Para el teórico rasta, Rodrigo
Pérez: «La hierba es la salud de la nación, como el alcohol es la destrucción
de la humanidad». Pérez considera que fumar ganjah es «un acto positivo hacia
el Creador, donde se realza el poder de la meditación y se revela la presencia
divina que vive dentro de todos. Jah Rastafari, Dios Viviente, creó la Ganja
para que nos sanara, nos revelara sus caminos y lo adoráramos», sin embargo,
aclara, los rastas no tienen la obligación de fumar ganja. «Dios la dispuso
para que en estos tiempos de grandes tribulaciones, sus hijos resistan y la
humanidad recupere su salud». «Nosotros experimentamos las vibraciones del
arbusto ardiente como un eufórico y místico sacramento, capaz de iluminar y
aliviar la crucial realidad de alienación social y vil pobreza». Además
defienden la ganja al argumentar que no es una droga, porque no es un fármaco,
lo que implicaría la mano del hombre. «Es una planta que se siembra, germina,
crece y da sus frutos, es una creación en la que está implicado Dios
Todopoderoso».
En general, las drogas sí
producen adicción, pero afirman que la marihuana no crea dependencia física.
Los rastafaris no consideran prohibirla. Creen que es producto de la
ignorancia. La defienden como una creación divina, que no puede estar sujeta a
las leyes del hombre, sino a las leyes naturales, al igual que el hombre.
«Cualquier ser humano tiene derecho a que en su hogar, en la tierra que habita,
siembre lo que necesite para alimentarse y sanarse, corporal, espiritual y
mentalmente». Aunque se reprocha el uso lúdico de la hierba, pues esto no está
bien visto por los Rastafaris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario